Blankenberge, Bélgica «Desde hace 17 años utilizamos los Glutton® para llegar a todos los rincones».
E. ROETS
Elio ROETS - Director adjunto del Servicio de Gestión del Espacio y los Equipos Públicos – Blankenberge, Bélgica
Documento de identidad:
ALGUNAS CIFRAS
- Ciudad costera turística
- 40-50 trabajadores de limpieza
- Estación costera importante: 5000 viajeros al día
- Numerosos comercios, cafeterías, restaurantes y salones de té
- 20 000 habitantes permanentes, 100 000 en temporada alta
5 Glutton® en servicio los 7 días de la semana, 365 días al año
La entrevista
¿Podría comentarnos algo sobre su departamento?
BODI es la abreviatura de «Beheer Openbaar Domein en Installaties» (Gestión del Espacio y los Equipos Públicos). El nombre lo dice todo: gestionamos el espacio público.
Contando al personal técnico y administrativo, disponemos de 100 empleados. El servicio de limpieza cuenta con entre 40 y 50 trabajadores. Cada día de la semana y durante todo el año utilizamos las barredoras y los aspiradores de residuos urbanos Glutton®.
¿Qué particularidades presenta su localidad?
Blankenberge es una ciudad muy turística. La localidad cuenta con 20 000 residentes permanentes. En verano, la población llega a los 80 000 e incluso a los 100 000 habitantes, sobre todo con las segundas residencias, los turistas, los hoteles, etc. Blankenberge es una ciudad densamente poblada. Las personas viven muy cerca unas de otras, excepto en la zona de los pólderes.
En una ciudad turística siempre hay mucha gente, como se puede ver en el centro urbano. En cuanto a la limpieza, no se puede comparar una ciudad turística con una normal, donde la afluencia de visitantes se concentra en eventos específicos. En nuestro caso, la ciudad debe estar limpia los 365 días del año. Durante el fin de semana y en periodos turísticos, sobre todo en las vacaciones de Semana Santa, tenemos un pico de afluencia, principalmente los fines de semana y cuando el tiempo acompaña. En estas ocasiones, el número de turistas diarios aumenta de forma espectacular, al igual que la cantidad de residuos.
Actualmente, ¿qué desafíos y objetivos tenéis?
El mayor desafío consiste en conseguir llevar a cabo nuestra misión los 365 días del año. Hay que estar siempre listos, la ciudad debe estar siempre limpia. Hay periodos de mayor carga y momentos en los que es necesario recurrir a todo el personal y el material disponible. Sin embargo, también hay que tener suficientes trabajadores y motivarlos.
Anteriormente, algunos miembros del equipo trabajaban a tiempo parcial. Hoy en día, la situación es diferente. Todo el personal está contratado de forma permanente. Sin embargo, hemos llegado a un acuerdo: las vacaciones deben cogerse en los periodos de mayor calma, fuera de la temporada turística. Aun así, no hay nada definitivo y algunos compañeros se toman días de vacaciones durante la época estival. Por supuesto, los que tienen hijos en edad escolar se pueden coger algún día durante las vacaciones escolares. Tratamos de hacerlo lo mejor posible con un personal a veces reducido, y los trabajadores saben que los necesitamos. Esto supone un gran desafío desde el punto de vista organizativo: en ocasiones hemos de recurrir a otros métodos para trabajar de una forma tan eficaz como con el Glutton®.
Háblenos un poco del uso del Glutton® en Blankenberge.
Lo usamos principalmente para limpiar las calles, las esquinas y los rincones. El Glutton® no puede hacerlo todo, pero es un equipo muy práctico para limpiar los espacios entre los bancos y bajo estos, sobre todo.
Utilizamos los Glutton® todos los días. Los Glutton® comienzan su recorrido a las 8:00. En la primera etapa limpiamos el centro de la ciudad. A esta hora ya hay gente en las calles, pero es algo asumible hasta las 10:00. Hacia las 11:00 empieza a haber más gente. Por la tarde limpiamos las zonas más periféricas, en las que la afluencia es mucho menor.
¿Cuándo descubrió el Glutton®?
Creo que fue alrededor del año 2000. Los primeros modelos Glutton® estaban equipados con un motor de gasolina. Esos son dos de los primeros equipos fabricados por Glutton®. Estábamos muy contentos con ellos, por eso seguimos usándolos. A continuación, sustituimos los modelos antiguos por modelos eléctricos. Actualmente disponemos de cinco Glutton® en servicio, de los cuales solo uno tiene motor de gasolina. Todavía funciona, pero ya no lo usamos.
En este sentido, ¿qué diría de su primer equipo eléctrico?
Optamos por los modelos eléctricos porque presentan una serie de ventajas con respecto a los modelos de gasolina. Así, comprobamos que los equipos que trabajaban con un modelo eléctrico eran más eficaces, sobre todo porque el motor de aspiración es más potente.
Acabo de hablar con un limpiador. Me ha dicho lo siguiente: «Antes, cuando utilizaba un Glutton® térmico, el ruido era muy elevado». También emitía gases de escape: es lo normal en un motor de gasolina. Ahora, al usar los nuevos Glutton® eléctricos, la gente apenas lo nota. Esto es muy positivo.
En cuanto al diseño, los antiguos modelos tenían ruedas más pequeñas. Eran menos estables que los nuevos modelos, equipados con ruedas más grandes. Hemos seguido toda la evolución de la gama. Al principio, los modelos estaban equipados con una tobera de PVC; hoy en día cuentan con una tobera de carbono. Cada vez que llega al mercado una novedad, nos hacemos con ella. Llevamos 17 años utilizando los Glutton® y siempre han cumplido con nuestras expectativas.
¿Cree que el Glutton® es una buena solución para los usuarios y los habitantes de la ciudad?
Nuestros representantes, las pymes y la gente de a pie nos han dado su opinión.
Y han sido unánimes: la versión con motor eléctrico supone un gran avance. Estos comentarios los recibimos sobre todo durante el periodo en el que utilizamos dos Glutton® con motor eléctrico y tres Glutton® con motor de gasolina. Durante un periodo de tiempo llegamos a utilizar hasta siete equipos. Tanto los operarios como los habitantes preferían los modelos eléctricos.
Para el operario es mucho más agradable trabajar con un equipo menos ruidoso. Los modelos de gasolina también eran buenos, pero los motores envejecían y debían someterse a un mantenimiento periódico. Para realizar el mantenimiento de un equipo hay que retirarlo temporalmente del servicio. Además, el mantenimiento de los modelos eléctricos es mucho más barato. Estamos muy contentos con el paso al modelo eléctrico.